jueves, 30 de septiembre de 2010

Erase una vez una animalista

Había una vez una persona que decía ser animalista y un día se encontró un gatin el cual habían atropellado, se lo llevo a su casa y junto a dos personas más que también decían ser animalistas buscaron ayuda…

El lunes día 27 de Septiembre nos llamo contando la historia de cómo había encontrado un gatín atropellado y le habían dado nuestro número. Contaba que había llamado a todas las protectoras pero que ninguna quiso ayudarles, nosotras tampoco podíamos hacernos cargo, estamos desbordadas de gatos y con importantes deudas pendientes, contaba que ella no podía hacer más, pero que el gatín estaba muy malito, le decimos que podemos ofrecerle asistencia veterinaria en uno de nuestros veterinarios colaboradores pero que nosotras no podíamos hacernos cargo del gasto, nos decía que el dinero no era el problema, pero aun así se despidió sin aceptar la poca ayuda que le podíamos ofrecer .

La chica de 8 vidas que recibió la llamada no podía dejar de darle vueltas al asunto pensando en ese pobre gatito, si al final lo llevarían al veterinario o que sería de él… hablo con las demás compañeras y decidimos volver a llamar a esta persona para interesarnos por el gatin.

Volviendo a hablar con ella nos cuenta que el gato lo habían recogido el sábado día 25, tres días antes y en esos tres días el gato todavía no había recibido atención veterinaria, estas animalistas nos contaba que llamaron a todos los veterinarios de urgencias pero que en todos les saltaba el contestador (¿?) Entonces decimos que es lunes, que los veterinarios están abiertos… pero resulta que no tienen medios para trasladar al gato al veterinario… y otra vez sentimos en nuestras propias carnes, la rabia, el dolor y la impotencia de saber que un gato lleva tres días sufriendo sin que sus “salvadoras” muevan un solo dedo.
Viendo lo visto aceptamos hacernos cargo del gato, que íbamos a hacer si no? Dejar a ese gato agonizar hasta que su cuerpo no aguante mas… no lo hemos visto, no lo conocemos pero la congoja de pensar que estará sufriendo es tanta que por un momento nos olvidamos de nuestras deudas y le decimos que si lo lleva a uno de nuestros veterinarios en Oviedo nosotras nos hacemos cargo… milagrosamente ya no tienen problemas para trasladar al gatín y nos dice: “si si, como si lo tengo que llevar a León…” (¿?)

Y nuestra veterinaria se encuentra con un gatin en shock, con una hernia diafragmática (diafragma roto), un ojo reventado, totalmente reventado por dentro, vísceras mezcladas con trozos de huesos e intestinos…
Las palabras textuales de la veterinaria: “los dolores que ha soportado este gato no nos los imaginamos en la puta vida…”

TRES PUTOS Y LARGOS DIAS EN ESTA SITUACION SIN QUE MOVIERAN UN DEDO POR EL!!!!!!!

Como será compartir tres días con un gato que está agonizando, sufriendo, muriendo de dolor? Sólo estas animalistas lo saben…
Como será verlo día a día, hora a hora en ese estado sin hacer absolutamente NADA? Sin darle de comer, ni de beber, simplemente esperando a que dejara de respirar… Sólo estas animalistas lo saben…

Hubo que abrir al gato a vida o muerte y viendo lo visto no hubo más remedio que darle fin al sufrimiento, mitigar por fin el dolor, el dolor que lo inundo durante tantos días, durante tantas horas…

El gato, un precioso y enorme tabby tenía microchip, cosa rara en Asturias que no es obligatorio, nos ponemos en contacto con sus dueños, no había denunciado la desaparición y es que a sus dueños al parecer no les sorprendió que el gato estuviera por la calle… pero esto es otra historia que quizá nunca sepamos…

Teniendo a estos animalistas quien necesita maltratadores?

A título personal estas personas que dicen llamarse animalistas no merecen ni el aire que respiran, ni el amor que reciben de sus gatos, los cuales espero que nunca enfermen, porque a saber qué será de ellos, espero que si un gato necesita ayuda nunca de con gente tan animalista como estos tres personajes por que estarán condenados al sufrimiento, al dolor y a agonizar hasta la muerte… y todo esto lo pongo conteniéndome mucho (no os imagináis cuanto) por no querer poner más palabras "mal sonantes"

Espero que estas personas lean esto, que se les revuelvan las tripas, tan revueltas como las tenía este pobre gato y que algún día sufran en sus carnes el dolor que le han regalado a este gato.

Y ahora hablo en nombre de todas las componentes de 8 vidas cuando digo que el que hoy nos llamen animalistas nos llena de dolor, asco y vergüenza ajena.

NOTA: El gato de la foto no es el fallecido, es uno de nuestros campeones, McQueen recién recogido, lo ponemos al falta de una foto del pobre gatin fallecido y por el parecido que los une.

                                                                              

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